LA ENTOMOLOGIA FORENSE

Quizás todos de nosotros, sin ser expertos en insectos ni eruditos entomólogos, podríamos detectar, sin saberlo, la presencia de un cuerpo muerto en las inmediaciones de nuestro entorno al ver la presencia de moscos negros que aparecen en grandes cantidades, estos moscos son carroñeros y nos indican que existe un cuerpo en descomposición, ya sea de un roedor, un pájaro o de un mamífero vertebrado.

Ahora bien, digamos que la entomología forense es una disciplina de la entomología que presenta sus conocimientos técnicos y científicos de los estudios de los insectos y artrópodos para resolver distintos hechos en el campo forense y criminalístico, permitiendo dar respuesta en casos específicos por medio de la investigación de las especies asociadas al cadáver y a su estado de desarrollo. La entomología forense se utiliza para estimar el tiempo transcurrido desde la muerte o intervalo post mortem y la identificación de los posibles movimientos que haya sufrido el cuerpo desde un lugar a otro.

Los insectos se ven atraídos al cadáver por el olor de los gases desprendidos (amoníaco, ácido sulfúrico, nitrógeno libre y anhídrico carbónico) estos gases son detectados por los insectos mucho antes que el olfato humano pueda percibirlo.

Dentro de las diferentes especies de artrópodos que llegan a un cadáver podemos encontrar: Especies necrófagos, esp. Predadores, esp. Parásitos de necrófagos,  esp. Omnívoras y esp. accidentales.

Es importante considerar que cuando un cuerpo muerto presenta artrópodos o insectos en cualquiera de sus fases de desarrollo, huevo, larva o pupa, existe un protocolo de recolección para enviar al laboratorio con el fin de analizar e investigar los especímenes encontrados; especies que de una forma u otra se ven “involucrados” involuntariamente y que resultan trascendentales en un caso determinado y pueden ser de información valiosa en un juicio.

Es que cuando morimos se crea en torno a nosotros un ecosistema vinculado a una fauna necrófila creando una cadena trófica y cuando un deceso ha tenido más de 72 horas se crea el intervalo post mortem.

Conforma la sociedad avanza también lo hace la delincuencia, la entomología forense es una herramienta importante parta establecer ciertas tragedias en el ámbito jurídico; ya que desde el momento que se fallece comienza una colonización de moscas carroñeras.

En la jerga judicial se dice que el lugar del suceso habla por sí solo así también los microorganismos que colonizan el cadáver y además a través de las larvas o pupas se puede saber si el cadáver consumió una sustancia como una droga, alcohol o cualquier psicotrópico.

Por último, para un investigador en criminalista que se enfrenta a un cadáver son tres las preguntas fundamentales que se le plantean: Causa de la muerte y circunstancias en las que se produjo, Data de la muerte y Lugar en el que se produjo la muerte. De estas tres cuestiones (“Causa”, “Data” y “Lugar”) los artrópodos poco o nada pueden aportar respecto a la primera; esa labor, establecer la causa de la muerte, corresponde al forense; sin embargo, tanto en la fijación del momento del fallecimiento como en la relativa a los posibles desplazamientos del cadáver, los artrópodos pueden ofrecer respuestas y en muchos casos definitivas.

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