Díptero.cl, dialogó acerca de diversos temas, desde enfermedades transmitidas por las plagas, el futuro de las empresas controladoras como también las buenas prácticas en control de plagas y la seguridad en la gestión, con el Ingeniero Agrónomo Marcelo Hoyos de la empresa BASF en Buenos Aires.

Marcelo es argentino, posee una larga trayectoria en la empresa y actualmente se desempeña como gerente técnico de higiene ambiental.  Es decir, una larga trayectoria profesional en el rubro y una vasta experiencia, que lo avalan como una voz autorizada cuando de plagas se trata de hablar.

Es un agrado conversar y escuchar a Marcelo Hoyos a quien conocí en una charla que dictó en el seminario de Corral Plagas, el 17 y 18 de septiembre 2020. Es importante considerar que nuestro entrevistado es un excelente disertante y un gran capacitador.

En la empresa BASF, Marcelo Hoyos desarrolla “programas de control adaptados a la realidad urbana, rural y agroindustrial”. Esta empresa tiene una larga tradición en el sector de la salud pública y control urbano de plagas. Realiza importantes inversiones en materia de innovación en desarrollo de productos para el control de plagas.

BASF, a nivel global, trabaja en conjunto con la OMS y otras ONGs en la prevención y control del mosquito transmisor de Malaria. Localmente se enfoca en el desarrollo de programas de control de plagas, capacitando a empresas de control y clientes.

Antes de entrar en materia con Marcelo, quise destacar el trabajo que ha realizado en la isla Robinson Crusoe del Archipiélago Juan Fernandez de Chile el año 2012, donde participó de un desafiante programa de articulación público privado que se enfocó en recuperar la nidificación del Picaflor Rojo, el cual se veía amenazado por la permanente caza por parte de gatos domésticos y por otro lado los roedores que se alimentaban de sus huevos y de otras especies de aves como el Rayadito de Juan Fernández también en peligro de extinción.

Allí en la isla, Marcelo realizó un estudio en conjunto con el Ing. Rodrigo Sepúlveda de la empresa Bioraptor de Chile y las ONGs responsables del tema ambiental en la isla, para desarrollar un cuidadoso programa de control de roedores comensales, de esa manera los pobladores podían dejar de depender de gatos domésticos que eran utilizados para prevenir roedores (con muy baja eficacia) y los felinos podrían ser enviados al continente en adopción.

En fin, entremos al área objeto control con nuestro entrevistado y vamos al grano.

Marcelo ¿Cuál es la realidad existente en Argentina acerca de la enfermedad del Dengue que transmite el mosquito Aedes aegypti?

Desde la década del noventa que Argentina tiene casos de Dengue, Brasil que tiene cerca del millón de casos por año, en el período julio 2019 a junio 2020 llegamos cerca de los sesenta mil casos en Argentina que es muchísimo.

Las preguntas que nos hacemos entonces son: ¿por qué los brotes son recurrentes? ¿No tendremos que replantear los diagnósticos? ¿No deberíamos comenzar más temprano a detectar el mosquito vector?, desconocemos algún aspecto de la biología del mosquito que se nos esté escapando? o tal vez actuamos sobre el insecto cuando ya es demasiado tarde?

En zoonosis se debe actuar con mucho monitoreo, prevención y la “vigilancia entomológica” es clave. Argentina puede trabajar en el desafío de unir los eslabones, crear equipos de trabajo tal como lo establecen las guías internacionales sobre el Aedes y la enfermedad.

¿De qué forma se pueden bajar los índices de las enfermedades zoonóticas en general?

Las zoonosis son enfermedades transmitidas por animales que afectan al hombre y otros animales. Sin dudas es un tema de salud pública que preocupa a los organismos de salud locales e internacionales ya que afectan a una población muy importante en todo el mundo.

La clave para su abordaje consiste en articular las áreas públicas y privadas con las organizaciones no gubernamentales” como si fueran los eslabones de una cadena, una articulación público- privada, que es la base del programa de prevención y del control del vector y la enfermedad.

 La OMS por ejemplo establece guías muy claras como la del Dengue que data del año 1994 pero la esencia y las columnas sobre las cuales asienta el control del vector es perfectamente vigente.

Pero en el fondo, el gran secreto para bajar los índices de enfermedades zoonóticas radica en: estar muy bien organizados (equipos) y muy bien capacitados (equipos). Luego mantener una buena comunicación (equipos) y lograr una buena coordinación y articulación entre los responsables de las distintas áreas, Salud, Educación, Obra Públicas y Control de Vectores, una articulación público-privada y la participación activa de la comunidad. Esto es lo que establece la OMS. Ahí está el secreto para poder bajar los índices de las diferentes zoonosis de manera significativa.

Podemos decir que “el conocimiento es el mejor producto para controlar el vector y reducir los índices zoonóticos”. La enfermedad y el vector son dos caras de la misma moneda. Las herramientas de diagnóstico, prevención y control, así como el ambiente y cómo influye el hombre en la generación de ambientes propicios para el desarrollo de las plagas vectores es un área muy interesante de investigación. “El vector coloniza nuestros ambientes y el hombre tiene una influencia muy grande en este proceso”.

¿Cuáles son las claves para lograr un control integral de roedores?

Como mencionamos antes, la primera clave es el conocimiento, aprender, conocer y estudiar, no se pueden controlar plagas si no se las conoce. Si comparamos con la medicina es como un paciente que debe ser operado y que va por un cirujano de trayectoria porque estudió y está capacitado para usar el bisturí y darte la máxima tranquilidad y seguridad. Tu seguramente no vas a atenderte con cualquier persona, vas a un especialista con trayectoria y que te inspire confianza.

Para controlar roedores se necesitan primero buenos diagnósticos identificar los 4 puntos críticos de las colonias y por especie de roedor comensal. (nido, transito, ingreso y alimento), mapearlos. Analizar el ambiente y la relación de la actividad humana que provoca su colonización. Yo lo llamo “descifrar un código” que identifica ese ambiente y la colonia. Luego seleccionar y utilizar, de manera inteligente, las herramientas de control culturales, físicas y químicas con el máximo criterio profesional y de manera segura / sustentable.

En mi opinión todos estos son los pilares fundamentales para llevar adelante un buen MIP (Manejo Integrado de Plagas).

Ficcionando un poco la realidad, ¿cómo ves a las empresas controladoras de plagas en diez años más, de la mano de los avances tecnológicos que se avecinan?

Todo llega inexorablemente. En 10 años tendremos a la mano la realidad aumentada, realidad virtua, comunicaciones 5G y las supercomputadoras. las empresas controladoras tendrán más herramientas de diagnósticos como cámaras IP más desarrolladas y sensibles, y servicios a nivel satelital para detectar plagas que, al ojo humano serían indetectables.

¿Pero las plagas van a ser las mismas en 10 años? Si, eso es muy lógico porque los roedores, las cucarachas, las moscas, hormigas, alacranes y mosquitos ya se han adaptado a nuestros ambientes. Llevan millones de años de evolución. Lo que debemos hacer como empresa es adaptarnos a la tecnología, saber que llegará e incorporarla a nuestro trabajo. Para eso hay que comenzar a organizarnos desde hoy, año 2020.

El Controlador de Plagas debe tener un lenguaje propio y no común y vulgar?

Por supuesto, así como lo tienen los médicos, los ingenieros, los abogados y los propios periodistas, se debe tener un idioma, un lenguaje propio que identifique al controlador de plagas profesional. Un idioma que nos permita expresarnos con propiedad porque cualquier palabra incorrecta pude generar un impacto negativo en nuestros clientes.

¿Me podrías soslayar algunas características principales que debe existir entre el cliente y la empresa de control de plagas?

Primero debe existir respeto y entrega, el cliente es la razón de ser de la empresa; debe existir mucha empatía, ponernos en el lugar del otro, escucharlo. El cliente, cuando tiene un problema nos llama preocupado y nosotros no debemos preocuparlo más, tenemos que contenerlo y eso tiene que ver con la psicología, transmitirle confianza de que vamos a ayudar a solucionarle el problema.

Si son empresas alimenticias, el respeto por las buenas prácticas, las normas y la cultura de la seguridad es una condición básica. El cliente nos elige porque encuentra confianza. Cuando llama para cotizar sin conocernos busca confianza, nuestro trabajo se basa en la confianza y la credibilidad.  

Todo lo que construyamos desde ahí va a reforzar la relación con el cliente y la comunicación es clave en este proceso. 

¿Cuál es el perfil ideal de un técnico-operario controlador de plagas?

Un operario debe poseer valores humanos como la honestidad y el respeto son valores que los traes de la familia que vienen de tus ancestros dentro de una formación como seres humanos en una sociedad.

Luego se necesita otros valores como la humildad, el sacrificio, el compromiso, la pasión y la necesidad por aprender, preguntar y sobre todo que tenga todos los criterios de seguridad que ayuden a disminuir los riesgos por manejo de productos domisanitarios. O sea, tener muy incorporadas las buenas prácticas.

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