Escuchar a Jorge Morales hablar acerca de las termitas es como oír a un meteorólogo exponer del clima o a un físico nuclear sobre la radiación, resulta interesante poner atención cuando viene de un perito en la materia, palabra autorizada a la hora de sacar a las termitas desde los closets o más bien desde la galerías soterradas para no herir susceptibilidades, no en vano ha dictado cátedra en todos los seminarios realizados en Latinoamérica, Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador,  Curazao, México y Perú, entre muchos otros países, que lo requieren cuando se organizan eventos internacionales de plagas.

Es que las termitas son verdaderas devoradoras de libros y no por ser grandes lectoras o ratonas de bibliotecas como se les denomina a los amantes de las letras, digamos que también están presentes en las arquitecturas patrimoniales, sin formar parte de la historia del arte, si no más bien por ser grandes consumidoras de la celulosa y sus derivados, que causan daños inmensos gracias a su aparato bucal que engulle el papel y la madera, lentas pero seguras. Son una especie de enemigas invisibles, indetectables hasta después de años, cuando ya se lo han comido todo. Es que hacen su trabajo silencioso, sin grandes aspavientos, al contrario de como se podría concebir un enjambre de chaquetas amarillas, una plaga de moscas, de hormigas o de cucarachas, visibles por donde se les mire.

A mi modo de ver, creo que la defensa que debieran tener las casas ante el ataque de termitas u otras plagas, sería blindarse, es decir, de un modo u otro regular ciertas directrices, trazadas por expertos profesionales en el tema, así como lo hicieron en los buques navieros franceses y norteamericanos, ante los reiterados ataques de los piratas en alta mar, las grandes compañías  se vieron obligadas a colocar púas para impedir que los piratas treparan, anclar en las proas y popas, pistones de alta presión para arrojar chorros con agua a los maleantes, también colocaron cañones ultrasónicos que emiten dolorosos tonos de alta frecuencia con el fin de hacer frente a las amenazas de los delincuentes marinos.

En fin, la realidad puede superar muchas veces a la ficción, pero lo que me atrevería a asegurar es que Jorge Morales ama el mundo de las termitas y es un apasionado de su trabajo, aunque no existe una encuesta o estudio para medir el escalafón de expertos termitólogos en el planeta, con toda seguridad, nuestro entrevistado está entre los top ten que más conoce a este insecto xilófago, junto al español autodidacta y fotógrafo  David Mora, el chileno PhD Renato Rippa, el brasileño Dr. Tiago Carrijo, el norteamericano PhD Nan Yao Su, entre uno que otro que se me podría escapar al momento de escribir esta entrevista.  

¿Me podrías contar en qué consiste el estudio que llevas a cabo junto a Daniel Aguilera acerca de la termita subterránea?   

Con Daniel Aguilera nos conocimos en EEUU en un curso sobre termitas y nos hicimos amigos, el trabaja en la Universidad de Concepción como entomólogo forestal, seguimos en contacto hasta que se presentó un proyecto del Estado acerca de las termitas, dentro de todas las empresas que se presentaron fuimos tres las seleccionadas. El proyecto busca una solución social y económica al problema que está generando la termita subterránea en Chile, con tecnologías que sean de punta y que tengan buenos resultados y así evitar la expansión de esta plaga.

Nuestro entrevistado junto a parte del equipo de Bayer, en el marco del lanzamiento de un producto termiticida, donde el profesional expuso acerca de la biología y hábitos del insecto xilófadgo.

¿Cuáles son los principales problemas que ves en la actualidad en los controladores de plagas con respecto a los tratamientos de termitas?   

Creo que falta mucho conocimiento, capacitación, experiencia e implementación, que se aperen con buena tecnología de control, instrumentos de medición, de monitoreo e inspección, creo que las empresas tienen mucho por hacer, falta que inviertan en las maquinarias modernas y específicas, y continúan utilizando las mismas herramientas que se ocupan para el resto de las plagas y para las termitas es totalmente distinto, eso se traduce en los grandes errores que se provocan y que finalmente terminan generando malos servicios.

¿Cuál es el mayor daño que pueden provocar las termitas?

Creo que el mayor daño que puede provocar una termita subterránea se encuentra en los monumentos, iglesias y museos, que son patrimoniales, son daños irreversibles, volver a construir algo que se hizo en el pasado es muy complejo, otra causa que aumenta la plaga es no tomar las medidas a tiempo. Por ejemplo, no realizar prevención como el uso de barreras químicas correctamente ejecutadas, no establecer reglamentos estatales o normas municipales con el fin de regular la compra y venta de casas o edificios que muchas veces lo entregan con el problema de termitas subterráneas y no se hacen responsables de los futuros daños provocando juicios largos y costosos   

¿Cómo se puede mejorar la identificación de xilófagos y diferenciarlos entre taladradores, termitas, coleópteros y hormigas de la madera?

No es fácil, porque no hay capacitación, algunos estudios hemos llevado a cabo con la Facultad de Agronomía de la Universidad de Chile y ahora lo haremos con Achicpla (Asociación Chilena de empresas de Control de Plagas) y como instituto de capacitación Trimegisto, me encuentro trabajando desde el año pasado en esto, pretendo que las personas se vayan perfeccionando con cursos especializados en estos temas.

¿Cumple algún rol benéfico la termita en el ecosistema?

Por supuesto, el gran beneficio que tienen las termitas, es que destruyen la celulosa con el objetivo de devolverlo al suelo como fertilizante y si no se hace nada, la termita va a seguir cumpliendo su rol y va a seguir devolviendo a la naturaleza esa madera muerta que está dada en sectores urbanos.

¿Cryptotermes brevis y Reticulitermis flavipes son las plagas estructurales más dañinas e importantes?

Definitivamente aquí en Chile si y la termita subterránea ocupa el primer lugar, porque la Cryptotermes brevis está más hacia el norte, en el sector costero, en cambio la termita subterránea ya está en la zona central y hacia el sur, no existe límite en el tipo de clima ni el tipo de suelo, se puede encontrar en distintas regiones.

¿Cuáles serían los principales métodos e instrumentos de inspección qué recomendarías para el tratamiento de termitas?

Trabajar con métodos de inspección, como te lo señalé anteriormente, implica tener la tecnología e instrumentación necesaria, como un sistema de audio que te permita detectar distintos tipos de xilófagos, otro método puede ser el manejo de instrumentos que permitan medir la temperatura y humedad en la madera, el otro sería la utilización de microondas que te permitan detectar el movimiento, todo esto debiera ser lo mínimo que un experto en termitas debiera tener para la inspección y el monitoreo.

Xilofagia es un término usado en ecología para describir los hábitos de un consumidor primario cuya dieta consiste principalmente en madera.

¿Cuáles son las vías de acceso que utiliza la termita subterránea en la construcción?

Nosotros acá en Chile, estamos bajo las normas antisísmicas y lamentablemente se ha aprovechado esta especie dañina para entrar por los espacios que deja la construcción, porque estas políticas antisísmicas dicen que debe haber zonas de dilatación entre la pared y el radier y en ese espacio milimétrico, entra la termita, sin contar los ductos de cañerías de agua, luz y gas, todo lo que atraviese el radier, la termita lo puede utilizar como vía de acceso. 

¿Qué organismo o Ministerio debiera regular la construcción de una vivienda con el fin de tener la firma de un controlador de plagas experto, antes de entregar una casa a sus moradores para evitar que entren los roedores, los murciélagos, avispas y obviamente las termitas?

Sin lugar a duda el Ministerio de vivienda y urbanismo, debiera dictar normas que se cumplan por parte de las inmobiliarias y constructoras, además de regular la compra y venta de casas usadas en donde es muy común encontrar construcciones dañadas por este insecto y nadie se hace responsable. Por otra parte, las empresas controladoras de plagas deberían estar certificadas con organismos competentes con Seremi de Salud con el objetivo de estar estandarizadas cumpliendo con las debidas pertinencias como contar con las maquinarias específicas para el control de termitas, instrumentos de medición para inspeccionar y monitorear correctamente la presencia de xilófagos, y por sobre todo demostrar conocimiento a través de capacitaciones con profesionales expertos y reconocidos por la autoridad sanitaria.   

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