LA IDEA ES QUE SE ALIMENTEN CON LA SANGRE DE SUS DUEÑOS.

Quizá resulte desagradable para muchos de nuestros lectores, pero lo cierto es que cada vez más personas están optando por mantener sanguijuelas como mascotas.

Y sí, realmente es algo diferente. Pero en vista de la desconexión de la humanidad con la naturaleza y el desconocimiento sobre la vida de las criaturas parásitas, la idea de que algunos de nosotros estemos criando a estos animales también resulta, ¡uff!, intrigante.

Esto dijo en 2019 a ScienceAlert Ariane Khomjani, un joven de 23 años en Walnut Creek (California, EE.UU.) que decidió convivir con sanguijuelas y alimentarlas con su propia sangre:

Según Khomjani, cada sanguijuela tiene su propia personalidad. Algunas son más aventureras y otras más tímidas. Él tiene cuatro de estas criaturas blandas, una de ellas llamada Leara, que se muestra en la siguiente imagen. Se trata de uno de los tipos más grandes: sanguijuelas de búfalo (Hirudinaria manillensis), procedente de Asia.

«Son criaturas increíbles y curiosas que crecen como locas y que son maravillosas mascotas», señaló Ariane Khomjani.

LAS SANGUIJUELAS Y SU ALIMENTO

En el mundo existen más de 600 especies de sanguijuelas y muchas de ellas, no todas, chupan sangre. Otras, como las sanguijuelas-gusanos (Pharyngobdellida), cazan pequeños invertebrados para tragárselos, mientras que algunas especies son detritívoros que se alimentan de materia orgánica en descomposición.

Estas “salchichas arrugadas” pueden llegar a tener hasta ocho pares de ocelos (manchas oculares), que usan para detectar las sombras de posibles presas. No poseen un cerebro centralizado, pues se encuentra diseminado en 32 segmentos corporales. Son hermafroditas, por lo que cada sanguijuela posee órganos masculinos y femeninos, aunque no pueden fecundarse a sí mismas y requieren una pareja para reproducirse.

Si una sanguijuela parasitaria hambrienta detecta el calor de tu cuerpo o el CO2 de tu respiración, puede recorrer un camino hacia ti utilizando su boca y sus ventosas en el trasero. Sí, has leído bien, sus traseros también succionan.

Al encontrar que el huésped sea adecuado, la sanguijuela inyectará su saliva anestésica y anticoagulante succionando de 10 minutos a una hora sin producir dolor.

SALIVA MEDICINAL

Estas criaturas pueden durar hasta un año sin alimento, pero los vendedores de sanguijuelas recomiendan alimentar a las especies más grandes cada 3 a 6 meses.

Por supuesto, cualquier tipo de contacto con el torrente sanguíneo tiene sus riesgos, por lo que no se deben llevar a cabo estas uniones sin antes consultar a un médico. Algunas personas suelen ser alérgicas a la saliva de sanguijuela y podrían contraer infecciones.

Khomjani afirma que, si bien la mayoría de estas mordeduras hieren sin dejar cicatriz gracias a los anticoagulantes en la saliva de la sanguijuela, a veces puede tomar varios días para que dejen de sangrar. Pero son precisamente las propiedades de esa saliva las que por mucho tiempo han despertado el interés de los humanos por las sanguijuelas.

Respecto al tema, el parasitólogo Mackenzie Kwak de la Universidad Nacional de Singapur, dijo:

Las sanguijuelas han estado vinculadas con la cultura humana, particularmente en Europa, durante siglos.

De hecho, hemos estado conservando sanguijuelas, principalmente con fines médicos, a lo largo de 3.000 años. Durante la época victoriana (década de 1800) fueron recomendadas para tratar casi de todo, desde dolores de cabeza hasta problemas de hipersexualidad.

“DISPOSITIVOS MÉDICOS”

El uso histórico de estas criaturas redujo significativamente las poblaciones de sanguijuelas medicinales (Hirudo medicinalis) en Eurasia, por lo que ahora esta especie se encuentra protegida.
En la actualidad, las sanguijuelas aún son usadas en la medicina humana y animal en todo el mundo. Incluso están autorizadas por la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) como “dispositivos médicos”. Así lo indicó la enfermera Julie Smolders, del Distrito de Salud Local del Suroeste de Sydney:
Las sanguijuelas se usan después de una operación en pacientes a los que se les realizó una reincorporación de dedos, una cirugía de músculo o una cirugía bucal de tejidos blandos.
Las sanguijuelas se aplican al sitio y succionan la sangre congestionada para permitir que el flujo de sangre a las periferias mantenga el sitio quirúrgico viable.
Algunos hospitales mantienen 100-200 sanguijuelas para hacer uso su capacidad de limpieza de vasos sanguíneos. Estos animales se obtienen de poblaciones criadas en cautividad bajo ambientes controlados, lo que minimiza los riesgos de potenciales infecciones.

Si te llama la atención quedarte con uno de estos pequeños “Drácula” como mascota, pero no te interesa que se alimenten de tu sangre, existe la alternativa de alimentarlas con hígado crudo o sangre de ganado recién sacrificado. Al respecto, Kwak señaló:

«Siempre que la sangre esté fresca y no haya sido tratada con ningún conservante ni nada por el estilo, este tipo de alimento para sanguijuelas puede funcionar».

Los parasitólogos y los entomólogos hemos estado utilizando técnicas similares para mantener a estos parásitos en Laboratorios desde hace décadas.

El joven Khomjani, por su parte, continúa alimentando cada mes a sus sanguijuelas con su sangre, por lo general, de su brazo izquierdo, porque según él sus mascotas se acostumbraron a chupar de allí.

Fuente: grandesmedios.com

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