Es necesario un enfoque menos tóxico para controlar a las cucarachas más comunes, que están desarrollando resistencia a los insecticidas comprados en las tiendas.

Cuando tenía unos 10 años, vi una cucaracha en la encimera de la cocina y agarré lo más cercano que tenía a mano: una cafetera, que estampé sobre la cabeza del bicho. Luego, me encontré de pie, sosteniendo nada más que el mango de vidrio. «Lo siento, mamá», dije sobre el frasco roto. «Pero al menos pillé a la cucaracha».

Las cucarachas alemanas eran una parte habitual y omnipresente de crecer en un parque de caravanas en Phoenix, Arizona. Nada parecía disuadirlas: ni venenos, ni electrodomésticos, ni trampas contra insectos. No fue hasta que nos mudamos a una casa que mi familia se libró finalmente de nuestra plaga de seis patas.

Cientos de miles de personas en todo el mundo conocen bien la frustración que supone una mala infestación de cucarachas. Y puede haber una buena razón para que estos bichos sean tan difíciles de controlar. Un creciente conjunto de datos recogidos en Estados Unidos sugiere que algunas poblaciones de cucarachas alemanas en el país han desarrollado resistencia a los pesticidas, lo que esencialmente hace que los productos químicos sean inútiles.

Un estudio reciente publicado en el Journal of Economic Entomology muestra, por ejemplo, que las cucarachas alemanas de algunas viviendas del sur de California pueden sobrevivir a la exposición a cinco tipos de pesticidas de uso común.

Esto es preocupante, porque las infestaciones graves de cucarachas pueden causar problemas de salud, como asma o alergias, dice el director del estudio, Chow-Yang Lee, profesor de entomología urbana de la Universidad de California en Riverside. Al menos 11 alérgenos diferentes están asociados a la Blattella germanica, que también puede propagar bacterias como la Salmonella. El estrés de una infestación de cucarachas puede afectar a la salud mental de una persona.

Aunque otros tipos de cucarachas pueden infestar las viviendas humanas, las cucarachas alemanas invasoras son, con mucho, las más problemáticas, afirma Lee. Se discute si son originarias de África o del sudeste asiático, pero esta especie resistente se ha extendido por todo el mundo a través del transporte marítimo internacional y ahora es la cucaracha más común del planeta (Carl Linnaeus, el naturalista sueco, acuñó el nombre de Blattella germanica porque en la década de 1770 le enviaron por correo muestras de estos insectos desde Alemania).

De las más de 4500 cucarachas conocidas, «sólo se sabe que las cucarachas alemanas son capaces de desarrollar resistencia a los insecticidas», dice Lee, un ejemplo de cómo los humanos están impulsando la evolución de las plagas que nos rodean.

Entre las razones de resistencia que las cucarachas poseen, podemos destacar: Su dieta nada exigente, ya que se alimentan casi de cualquier cosa, incluso celulosa, carroña, papel, madera, etcétera. Esto hace que puedan vivir en cualquier lugar. Además, su ciclo de desarrollo se adapta a la comida disponible en cada momento

Pero puede que no tengamos que seguir presionando a las cucarachas para que evolucionen sus mecanismos de defensa a nuestros controles de plagas.

Los científicos también están estudiando enfoques más eficaces para controlar las cucarachas en las áreas humanas, como un enfoque multi sistema que incluye el uso de aceites esenciales como el limoneno, un componente de los cítricos cuyo fuerte olor disuade a las cucarachas.

Una historia interminable de resistencia

Lee y sus colegas se centraron en el modo en que las cucarachas alemanas de cuatro ciudades del sur de California responden a los insecticidas de cebo en gel, unos de los productos de consumo más utilizados para controlar estos insectos en Estados Unidos.

Utilizando aspiradoras y trampas, recogieron cientos de cucarachas (en su mayoría con aspiradoras) en residencias de viviendas públicas de los alrededores de Los Ángeles, San Diego, Vista y San José. Lee afirma que, como los habitantes de estas zonas no pueden permitirse servicios profesionales de exterminio, tienden a aplicar cada vez más pesticidas comprados en tiendas.

Esto crea un bucle de retroalimentación. Una mayor exposición crea más oportunidades para que las cucarachas que pueden sobrevivir a los efectos del pesticida sobrevivan y se reproduzcan, dando lugar a una nueva y más dura generación de cucarachas resistentes a los pesticidas. 

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Lee lo llama «una historia interminable de resistencia a los insecticidas».

A continuación, el equipo de investigación llevó a las cucarachas a su laboratorio de California y, en ensayos separados, expuso a los animales a seis pesticidas comunes disponibles en cualquier tienda. Repitieron el mismo experimento con docenas de cucarachas alemanas criadas en el laboratorio que nunca habían sido expuestas a productos químicos para matar insectos.

Las cucarachas de control murieron rápidamente. Pero en cinco de los seis ensayos, los pesticidas no mataron a las cucarachas capturadas, y la mayoría sobrevivió después de dos semanas. Solo un pesticida (la abamectina) mató eficazmente a las cucarachas capturadas. Sin embargo, una investigación realizada en 2019 demostró que las cucarachas pueden desarrollar una mayor resistencia a la abamectina en tan solo dos generaciones, es decir, aproximadamente un año.

La mayoría de los insecticidas se dirigen a una parte específica del cuerpo del insecto, como su sistema nervioso, dice el coautor del estudio Shao-Hung Dennis Lee, estudiante de doctorado en el laboratorio de Lee. «Así que muchas cucarachas resistentes tendrán una mutación [genética] en esta zona que es atacada, haciéndola menos sensible al insecticida». 

Los humanos también pueden sufrir el uso de pesticidas en interiores. Los residuos de plaguicidas, que están «muy extendidos» en los hogares estadounidenses, pueden provocar dolores de cabeza, mareos y náuseas, además de aumentar el riesgo de cáncer, según la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos.

El fuerte olor de los aceites esenciales actúa como un repelente para las cucarachas. Los olores que menos les gustan a estos insectos son la lavanda, la menta, el eucalipto y el árbol del té

Evolución en acción

En general, la investigación demuestra que intentar combatir las cucarachas alemanas con pesticidas no sólo está fracasando, sino que está creando animales aún más fuertes, afirma Shao-Hung Dennis Lee. «Si no aplicáramos insecticidas, nada de esto ocurriría. Así que todo es un proceso de selección provocado por el ser humano».

Nuestra configuración de la evolución de las cucarachas se remonta a siglos atrás. Cuando la especie llegó por primera vez a Europa, muchas murieron en los duros inviernos. «Pero algunas sobrevivieron porque básicamente sobrevivían en el interior», dice Chow-Yang Lee. «Probablemente también durante este periodo perdieron su capacidad de volar».

Otro factor que impulsó su éxito fue que los insectos desarrollaron la capacidad de comer prácticamente cualquier cosa. 

El sistema digestivo de las cucarachas alemanas tiene «un gigantesco conjunto de enzimas que les ayudan a metabolizarlo todo», dice Seun Oladipupo, entomólogo y estudiante de doctorado en la Universidad de Auburn (Alabama; Estados Unidos), que estudia las estrategias de gestión sostenible de plagas. «Son capaces de desintoxicar de forma natural todo lo que les echamos».

Oladipupo está investigando formas de controlar las cucarachas alemanas utilizando extractos concentrados de plantas llamados aceites esenciales. En un experimento realizado en 2020, Oladipupo combinó diferentes aceites esenciales con cebos de hidrogel y descubrió que reducían la capacidad de las cucarachas alemanas para reproducirse y acortaban su vida, incluso en dosis subletales. Un aceite esencial, llamado carvacrol, redujo la longevidad de las cucarachas macho en al menos un 34 por ciento. 

Los aceites esenciales siguen siendo técnicamente pesticidas, pero son menos tóxicos para los insectos y los humanos, y también es menos probable que las cucarachas desarrollen resistencia a ellos. Esto se debe a que estas sustancias químicas actúan en múltiples lugares del cuerpo de las cucarachas, en comparación con muchos pesticidas, que tienen objetivos específicos, dice Oladipupo. 

También hay otros productos prometedores para el control de plagas menos tóxicos, como la tierra de diatomeas, un polvo de roca sedimentaria natural que puede deshidratar insectos como las cucarachas, provocando su muerte. 

Enfoque integrado

Pero Oladipupo advierte de que intervenciones como los aceites esenciales no son «una opción independiente». La respuesta no es química, sino un enfoque multisistema para gestionar las plagas de insectos».

Es lo que se conoce como gestión integrada de plagas, que combina diferentes estrategias como la rotación, la reducción o la eliminación del uso de plaguicidas. Pero también puede incluir consejos prácticos. Por ejemplo, Oladipupo recomienda mantener limpios y secos los lugares que suelen buscar las cucarachas, principalmente las cocinas y los baños.

Dado que las cucarachas se sienten especialmente atraídas por la comida de las mascotas, también es importante guardarlas en un recipiente hermético cuando no se utilicen. A la hora de comer, los expertos aconsejan mantener los cuencos de comida de las mascotas elevados del suelo o comprar un cuenco disuasorio de insectos con un foso de agua alrededor de la comida, que impida a los insectos acceder a ella.

Chow-Yang Lee también sugiere aprender más sobre las cucarachas silvestres, muchas de las cuales desempeñan funciones beneficiosas en el medio ambiente. Pueden actuar como descomponedoras, descomponiendo las hojas en el suelo de la selva. Algunas incluso polinizan las flores. Otras son padres estelares.

A continuación, tanto Oladipupo como Shao-Hung Lee planean estudiar los mecanismos biológicos de resistencia de las cucarachas, como el estudio de su microbioma.

Es más, algunas cucarachas podrían ayudar a los humanos: como viven en lugares tan sucios, los cuerpos de las cucarachas contienen moléculas que pueden matar incluso a las bacterias más resistentes. Estudiar el funcionamiento de este proceso podría informar a los científicos sobre cómo combatir la resistencia a los antibióticos en los seres humanos, una de las principales plagas. 

Y con 17 millones de personas que mueren cada año a causa de infecciones bacterianas, un día una cucaracha podría incluso salvarte la vida.

Fuente: nationalgeographic.es

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