A diferencia de las grandes industrias de la capital que organizan, año tras año, jornadas de capacitación para los controladores de plagas, podemos decir que esta vez la excepción escapó a la regla, ya que Diego Emiliozzi, 45 años, casado y un hijo, oriundo de la localidad de Corral de Bustos, provincia de Córdoba, al sureste de dicha localidad y a 500 kilómetros de Buenos Aires; y por medio de la plataforma digital Zoom,  convocó a casi cuatrocientos participantes de diversas partes de Latinoamérica, en lo que Emiliozzi definió como una jornada organizada: “por y para empresas de Control de Plagas”, dándole así un sello de identidad al evento.

Digamos que, gracias a la tecnología y a solo un “click”, es que hoy en día, con pandemia o sin pandemia, se pueden intercambiar opiniones, conocer otras realidades y estar más cerca de lo que realmente pensamos.

Fueron dos días, 17 y 18 de septiembre, en los cuales cinco reconocidos disertantes dieron a conocer diversas herramientas, tácticas y estrategias de control, con el objeto de mejorar el desarrollo y la profesionalización del medio. 

Es importante destacar la visión empática y quijotesca que llevó a Diego Emiliozzi, a convocar a estos expertos en el tema con el fin de entregar conocimientos a sus colegas de profesión, ya que, si bien es cierto, el año pasado organizó de manera presencial el primer seminario en su ciudad natal, Corral de Bustos, esto porque debido a la lejanía que se encuentra, les resulta muy difícil a los controladores de plagas desplazarse hasta Buenos Aires, Córdoba o Rosario para asistir a los congresos de plagas.

Corral de Bustos es una localidad del interior que vive en torno a la ganadería y a la agricultura, históricamente, en los tiempos que se inauguró el Ferrocarril (1902) era una localidad de paso que servía para el intercambio de caballos. Esencialmente es conocida por ser la tierra del ex futbolista Oscar Ruggieri, campeón del mundo con la selección de su país en el mundial de México 86; a modo de anécdota, con la venta de este emblemático jugador desde el club Corralense a Boca Junior, se construyó la pileta de la plaza pública del pueblo y además el estadio lleva su nombre.

En fin, pero no solo de fútbol y de plagas vive el hombre, hoy presentamos y damos a conocer a este inquieto controlador de plagas, que, sin mezquindades ni egocentrismos, se dio el trabajo de reunir a eminencias académicas, sacrificando parte de su tiempo, trabajo y familia, para que los destacados conferencistas pudiesen traspasar sus conocimientos y experiencias a los cerca de cuatrocientos asistentes que se dieron cita y que recibieron un diploma de participación. 

 

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